Un equipo liderado por Cassandra Callmann, de la Universidad de Texas en Austin, creó un polímero con cadenas insolubles en agua y carbohidratos solubles que imitan estructuras de azúcar.

Investigadores del ACS Central Science desarrollaron un innovador polímero similar al azúcar que es capaz de eliminar los metales pesados del agua contaminada.

El nuevo polímero tiene la capacidad de atrapar los metales en grumos insolubles, lo que hace que el proceso de eliminación sea simple y eficiente. En pruebas iniciales, el nuevo material eliminó el cadmio iónico y el plomo del agua de un río contaminado con sustancias nocivas.

El peligro de los metales pesados

La presencia de iones de metales pesados en concentraciones elevadas en el agua potable es peligrosa para la salud. Los métodos tradicionales, como la filtración, suelen ser costosos en términos energéticos y requieren membranas que se obstruyen rápidamente, lo que implica un mantenimiento constante. Para mejorar este proceso, los investigadores han recurrido a la naturaleza en busca de soluciones más eficientes.

Las plantas utilizan polisacáridos, macromoléculas formadas por unidades de azúcar, como barrera para atrapar iones metálicos. Un ejemplo de esto es un estudio reciente en el que se usaron polisacáridos de okra y aloe para eliminar microplásticos de aguas residuales. Sin embargo, estos compuestos a menudo se disuelven en agua, lo que limita su capacidad para eliminar metales pesados.

Un nuevo avance en purificación de agua

Para resolver este problema, un equipo liderado por Cassandra Callmann, de la Universidad de Texas en Austin, creó un polímero con cadenas insolubles en agua y carbohidratos solubles que imitan estructuras de azúcar. Este diseño demostró ser altamente efectivo para atrapar cadmio iónico en pruebas de laboratorio, formando grumos visibles en apenas tres minutos que pueden ser filtrados fácilmente.

Además, el polímero puede ser reutilizado mediante un proceso de redisolución, manteniendo su eficiencia tras varios ciclos de uso.

En pruebas realizadas en el río Colorado, el polímero capturó un 20% del cadmio y un 45% del plomo presentes, superando a otros iones metálicos. Este avance abre la puerta a la creación de materiales reciclables y selectivos, ideales para la purificación de agua.

Este nuevo polímero representa una solución prometedora para abordar la contaminación por metales pesados, ofreciendo un método más sostenible y eficaz para mejorar la calidad del agua.

Fuente: ambienteplastico.com